Podemos definir el ocio como el conjunto de actividades a las que puede dedicarse un individuo voluntariamente, después de quedar libre de sus ocupaciones, para descansar, divertirse, desarrollar su información o dar su participación social voluntaria como un fin por sí mismo.
No se puede conseguir la plena calidad de vida de las personas con daño cerebral adquirido, sin desarrollar una parcela fundamental para el bienestar emocional, el desarrollo de relaciones interpersonales significativas y la inclusión en sus comunidades de origen, el ocio.